El biogás es un gas combustible que se genera por reacciones de biodegradación de materia orgánica, mediante la acción de microorganismos y otros factores, en un ambiente anaeróbico.
El biogás es un combustible de alta calidad y absolutamente renovable, uno de los mayores abanderados de la economía circular, ya que proviene del aprovechamiento de un amplio abanico de residuos orgánicos.
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Este gas renovable se obtiene de la descomposición de materia orgánica mediante un proceso denominado digestión anaeróbica, a través del cual esta materia se descompone. De esta forma se obtiene un combustible con una composición muy similar a la del gas natural que se puede utilizar en sus mismas instalaciones, alimentando así hogares, negocios y vehículos.
La digestión anaerobia es un proceso biológico en el que la materia orgánica, en ausencia de oxígeno, y mediante la acción de un grupo de bacterias específicas, se descompone en productos gaseosos o “biogás” (CH4, CO2, H2, H2S, etc.), y en digestato que es una mezcla de productos minerales (N, P, K, Ca, etc.).
Una planta de generación de biogás procesa materiales orgánicos urbanos, agrarios y forestales en condiciones anaeróbicas (ausencia de oxígeno). La descomposición y fermentación de estos materiales produce un gas, compuesto fundamentalmente por metano, que contiene asimismo niveles variables de ácido sulfhídrico (H2S) dependiendo de los materiales orgánicos empleados.
La presencia de ácido sulfhídrico (H2S) requiere de una intervención específica con la que se minimiza su toxicidad y corrosividad. Solo así se completa el proceso de obtención de biogás y su uso como una fuente energética.
¿Qué producto necesita el digestor de biogás?